Ya que mencionábamos ayer la figura de Mario Testino, vamos a poner alguna de sus campañas para GUCCI durante el reinado de TOM FORD, que no es otro que ese hombretón con ademanes de top-model que vino desde el Salvaje Oeste a la casa italiana para dominar el mundo.
Y es que la historia mola. GUCCI estaba herida de muerte, al borde de desaparecer y con unas movidas familiares salpicadas de fraudes al fisco, infidelidades, penas de cárcel y asesinatos, que dejaban a los Borgia a la altura de la familia Ingalls.
Pero hete aquí que alguien se fijo en un joven americanito con ínfulas de Saint Laurent y se lo trajo para la vieja Italia a ver si la casa de los mocasines de estribos resurgía cual Ave Fénix.
Vaya si lo hizo! pasado el temor de que el yankee convirtiese a la firma en estilista exclusivo de Dolly Parton, Kenny Rogers, Wyllie Nelson o Carrie Underwood, logró que las ventas subiesen hasta el infinito y que GUCCI se convirtiese en referente mundial de lo tendencioso.
Fueron tiempos de terciopelos devorados a mordiscos psicotrópicos, de pantalones vaqueros con plumas de aves maravillosas, tiempos de Jacquetta, Christelle o Georgina Greenville, de "tuxedos" color carmín, de olor a Halston y de una sexualidad bien entendida.
El texano maricón se convirtió en Dios.
Y yo en su más ferviente acólito:
Tom y estas campañas cambiaron el rumbo de Gucci y de la moda.........todo el mundo quería esta estética¡¡¡
ResponderEliminarViva Ford. Olé sus cojones toreros y el volver a Gucci el puticlub que todos querían.
ResponderEliminarLa casa italiana jamás volverá a ser lo mismo sin él.
saludos!!!