Si si, ya se que había dicho que no volvía hasta el lunes pero llevo todo el día con el Illustrator haciendo fichas técnicas y necesitaba cambiar de aires (el friki que empiezo a llevar dentro hace que los aires los busque sin quitarme del ordenador), así que voy a hacer un nuevo post sobre algo que me flipa; las fotos esas de las estrellonas de antaño en claroscuros.
En los 30´s - 40´s no había Fotochof que te pariera así que si te venía una señorita con ganas de salir imponente en una foto solamente tenías tres opciones:
1. Que la mujeraca en cuestión fuese imponente de por si y respondiese a unas características cutáneas pluscuamperfectas (la mayoría lo eran pues para dar mejor en cámara una actriz debía ser, debe, blanca como la leche, con lo cual el tema baños de sol ni mentarlo).
2. Maquillar a la mujeraca como una puerta con cicuta y salfumán (como poco) para así tapar sus imperfecciones.
3. Una vez maquillada cual furcia en Ramadán, si ves que la cosa no funcionaba pues entonces ya pasabas a mayores, las ponías frente a un fondo negro, las iluminabas de puta madre y al final le descargaba un flashazo en toda la cara que no sólo hacía que desapareciesen las imperfecciones sino que, en ocasiones, desaparecían hasta los rasgos.
Lo que en principio pudiera parecer un parche cutre y de última hora se convirtió en tendencia y en sinónimo de glamour. Louis B. Mayer, ese hombre que presumía que en su estudio había "más estrellas que en el cielo", que sería lo más cabrón que ha parido judía pero que a listo no le ganaba nadie se dió cuenta de lo en boga que estaba el expresionismo alemán y lo mucho que gustaba entre el público el tipo de iluminación del recién nacido "Film Noir" que bebía de esa corriente estética, así que decidió que las puntas de lanza de esta tendencia fuesen dos de sus actrices más glamurosas: la Crawford y la Garbo, que junto a la Dietrich, la Lombard, la Shearer y la Harlow son las que mejor han interpretado esta tendencia. Que se trataba de la Reina Cristina de Suecia y que tal estilo resultaba anacrónico pues como que al estudio se la sudaba, que esto es Hollywood no el National Geographic. Por eso es el mejor cine que se haya hecho nunca.
GEORGE HURRELL dominaba este tipo de retratos como nadie (muchas de las siguientes imágenes son suyas).
Al lío:
Todos los retratos son preciosos!! Claro que a falta de fotocho estaban las pestañaaaacas postizas, lass pinzas de depilar y luego el delineador para poner las cejas donde se quisiera y esos polvos blancos, que ya las veo saliendo a todas del estudio en plan geisha en fiestas, y con los ojos como gatos después de tremendos flashazos!
ResponderEliminarnene, la cabecera (supongo que las hecho tú) es espectacular... me encanta!!
ResponderEliminarSi digo -Strike a Pose- ¿te ofendes?
ResponderEliminarLa Shearer era bizca , olé ella.
ResponderEliminarDicen que a veces otro truco que empleaban era poner una redecilla fina delante del objetivo para minimizar arrugitas, granitos o lo que fuese...
Cómo me gusta la Garbo y ese perfil tan mayestático! En la expo de Vanity Fair hay una foto Edward Steichen donde compartían protagonismo la Garbo y la Dietrich. No se por qué, pero siempre me han parecido almas gemelas...
ResponderEliminarQué bellezas! Fotazas, todas.
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