Este señor que aparece aquí arriba de uñas comidas hasta el infinito, dedos cual patateras y pose tal que cualquiera diría que se trata de Karlheinz Böhm en "Pepping Tom", es mi fotógrafo de moda favorito de todos los tiempos.
Que me perdonen San Newton, San Penn y San Avedon pero mi virgo se guarda para ERWIN BLUMENFELD.
Le quiero tanto que sólo a él le daría permiso de ponerme mirando a la Meca y susurrarme al oído el último hit de Carlos Baute, tanto que si me lo pidiese me lavaría el pelo con la frecuencia de Carmina Ordoñez e incluso sería capaz de comerle el potorro a Josele Román mientras Nadiuska me mete su mugrienta uña por el orto, si con eso consiguiese su amor.
Pero hete aquí que cuando empecé en esto de los blogs le dediqué una entrada. Una entrada de mierda, pa que nos vamos a engañar, que constaba de una docena de fotos y un inexistente texto. Supongo que son cosas que pasan cuando hueles a novato y te pierde el ansia por llenar de contenidos tu pequeño saloncito, pero Erwin no se merecía tamaña deshonra...y encima le atribuyo una foto de Toni Frissell, que tampoco es que sea para llevarse las manos a la cabeza y abofetearme cual falsa pelirroja de striptease guantil (si hubiese puesto una de Rankin, todavía). Pero no, definitivamente mi Blumi no es digno de semejante trato.
Así que como uno recula más que habla y a este mundo hemos venido para hacernos perdonar, quiero dedicarle una maravillosa retahíla de imágenes a este alemán escapado de un campo de concentración y reconvertido en americano que un buen día decidió mandar a tomar por el culo al dadaísmo para cambiarlo por la fotografía de moda por obra y gracia de VOGUE, Harper´s Bazaar, Cosmpolitan, Verve o Look, regalándonos editoriales inimitables a las que aplicaba técnicas experimentales propias del surrealismo.
Katy Perry intenta emular su más famosa portada para VOGUE y la Cotillard se encarama, Lady Dior en mano, a la Torre Eiffel por exigencias de Gallianorrrr intentando evocar a este monstruo, pero no hay nada que hacer, ni la lerda esa que le enseña las tetas a Epi y Blas ni (por mucho que me pese) la gabacha de ojos gatunos, logran estar a la altura de diosas de la talla de Elise Carlson, Ruth Knowles, Evelyn Tripp, Nancy Berg, Sunny Harnett, Anne Saint Marie, Carmen Dell´Orefice (hoy voy a citarla bien, que estoy harto de ver como la peña copia Carmen dell´Orto para buscarlo en Google), Jean Patchett, Dovima, Leslie Redgate, la Fonssagrives y sobre todas ellas, Victoria Von Hagen.
Y yo mientras tanto le doy las gracias por haber sido uno de los principales motores que me han impulsado a amar la moda y a intentar dedicarme a ello para algún día alcanzar mis metas (porque pienso que uno no es diseñador hasta que puede vivir de ello y como de momento no escribo este post en una bañera llena de leche de burra sino que ni me da para llenar una palangana de Bitter Kas pues me quedo en "conato de" y más feliz que una felatriz)
100 fotos 100, a cada cual más maravillosa, que esperan subsanar mi antiguo agravio. Disfrutadlas porque de verdad que no encontraréis una selección tan amplia en toda la red con tal calidad y así todas juntitas y revoltosas.
Perdona Erwin, juro que no lo volveré a hacer:
Si me lo permites, como todo genio, tienen a lolargo de carrera varias etapas y el no iba a ser menos.
ResponderEliminarLos claro oscuros, como reto constante a los canones de laepoca que le tocó vivir, el desencanto, elrechazo a las tradicciones. Surrealismo puro,trasladando emociones y pensamientos sin precuparse de la moral.
El colorido propio de aquello que le dió la fama, y que luego renegó de ello, para intentar volver a sus origenes . Mas que un fotografo, era un ilustrador ,pulcritud estetica llevada al limite.
De ambas epocas nos ha dejado imagenes sublimes.
Gracias.
Isabel