Fotógrafos : LOS TRES CABALLEROS.

Con la posible excepción de Jesucristo, Marilyn Monroe es sin duda el personaje más retratado de todos los tiempos, su imagen mancillada y quemada hasta límites insospechados se ha convertido en sinónimo de vulgaridad. Cualquier cajera que se precie o cualquier marica de extrarradio que por saber distinguir a Domenico Dolce de Stefano Gabbana ya se cree la reencarnación de Quentin Crisp, decora su casa pagada en cómodos plazos con alguna fotografía o chusca copia warholiana de la pobre muchacha o de Audrey Hepburn. 

Mierda de mundo este el de la democratización de los iconos.

Sin embargo hay una sesión de fotos de tan excelsa comedianta que me sigue maravillando cada vez que la veo y no es otra que la que protagonizó en su día para ANDRE DE DIENES. En ella Marilyn todavía no es Marilyn.

Marilyn sigue siendo Norma Jean, aquella joven starlette de pelo cobrizo que soñaba con ser una gran estrella y acabó estrellada por obra y gracia de ser vejada día tras día por Hollywood, un reputado escritor, una familia demócrata de rancio abolengo y el mundo en general.

Marilyn se nos aparece pecosa, pensativa, feliz, natural (nunca ha lucido menos artificiosa) y ataviada con una simple toalla y yo lloro ante tan sinceras imágenes.

Corrían buenos tiempos para la ingenua de L.A. 

Luego Andre siguió usando a la rubia, ya con un pie dentro de la industria en sesiones igual de hermosas y honestas pero que no me acaban de llegar tanto:

Pero Mr. De Dienes era mucho más que Marilyn, era un esteta obsesionado por la desnudez del cuerpo femenino, por las curvas voluptuosas y por los pezones campurrianeros. Un genio del desnudo que ha sido copiado por otros genios como Ritts, Webber o Sieff.
Porque cuando un grande copia a otro grande no por ello tiene que perder su grandeza.

Algunos de los desnudos más cojonudos de todos los tiempos pertenecen a De Dienes, y no recordarlos sería más injusto que decir que Massiel es solamente el Lalala teniendo Lady Veneno de por medio:

QUENTIN SHIH es uno de esos fotógrafos orientales que me da bastante por el culo, un chino que sufre lo que suelo denominar como "El síndrome Rankin" que no es otra cosa que hacer fotografías técnicamente perfectas pero que se olvidan a los dos segundos de haberlas visto. Fotos plasticosas, con exceso de Fotochof y sin alma que lo mismo te sirven para que repose la paella que para limpiarte la mierda un fin de semana de esos que te vas con los amigos de acampada y has olvidado el papel higiénico.

Sin embargo, hay una editorial que realizó para la edición china del VOGUE allá por Abril del 2010 que me gusta un montón. Y es que al chino se le hinchan las pelotas, se pasa a Mao por el arco de Beijing y realiza una serie de imágenes que tengo guardadas como oro en paño:

Y por último pero no por ello menos marica tenemos a KENN DUNCAN, un americano que antes de fotógrafo fue skater y bailarín y que logró que su trabajo fuese publicado en revistuchas como VOGUE, Harper´s Bazaar, Life, Time o Newsweek.

Pero lo que más mola de Kenn es cuando le sale la vena gamberra y se pone a fotografiar machos cabríos de la época acompañando a glorias de los setenta, seguramente la década en la que se dejaron de fabricar estrellas de verdad. Broadway fue suyo, las soap opera fueron suyas y el mundo del ballet también. Ver sus retratos de Morgan Fairchild, Lilly Tomlin, Bette Midler, Maxwell Caulfield, Eartha Kitt, Nureyev o Angela Lansbury es un placer para los sentidos más trash:

Y como me pilláis de buen humor y el insomnio y las pocas ganas de ponerme a currar me tienen atado al ordenador aquí os dejo 20 regalos, 20, ni uno más ni uno menos, firmados por mindundis como Newton, Swannell, Ritts, Penn o Berkofsky y de paso aprovecho para decir que...YA TENGO LAS ENTRADAS PARA VER A MI DOLLY  EN LONDRES EL PRÓXIMO SEPTIEMBREEEEEEEE!!! (y yo que pensaba que ya no la pillaría viva):