Hubo un tiempo en que una pandilla gafapástica con inquietudes artísticas revolucionó el mundo del cine. Una panda de inadaptados que lo mismo te hacían una peli que se llevaba la Palma de Oro en Cannes que ensalzaban el genio hasta entonces denostado de gentes como Jerry Lewis, Alfred Hitchcock o John Ford desde las páginas de Cahiers Du Cinema.
Había un fotógrafo llamado RAYMOND CAUCHETIER que para pagar su cuchitril en Pigalle tenía que andar pluriempleándose, así que aparte de ejercer de artista, que eso pocas veces da de comer, trabajaba como cámara en diversos rodajes y sobre todo como retratista en el set donde se filmaba. Malle, Godard, Truffaut o Chabrol solicitaron sus servicios, y ante su cámara posaron la Moreau, Macha Meril, Charles Aznavour, Belmondo, Jean-Pierre Leaud, la hermanísima de la Deneuve, Anouk Aimee, esa inglesita afrancesada que era la Bisset, una americanita triste y desgraciada que puso de moda las rayas marineras e incluso por posar posó la musa del "Free Cinema" inglés que un buen día decidió pasarse de bando y ver que era eso de la "Nueva Ola" gabacha para combatir la estulticia humana a 451 grados Farenheit.
He aquí una muestra de su excelente trabajo:
Y de paso, ya que andamos hablando de gabachos revoltosos. Qué bonitos eran los carteles que publicitaban sus películas...coño!:
Pasaba por allí también Marguerite Duras, que si bien muchos de manera incorrecta situaban en dicha corriente cinematográfica, conformaba otro grupo totalmente diferente junto a gentes como Resnais o Marker llamado "Rive Gauche" que era menos espontáneo, más elaborado y muchísimo más artificioso, pero como siempre me ha encantado esta foto, la nombro, la posteo y aquí paz y después la Vanderbilt:
En estas que hay un diseñata famoso por sus extraños conejos que ha sacado una colección bonita, fresca y ponible, muy sesentera pero que con las correctas dosis de cerdez se convierte en actual, que ha titulado "Anna Karina". Gente atractiva, no obligatoriamente guapa, e insultantemente joven que mediante unos leotardos con lamparón o una ambientación de supermercado reflejan a la perfección lo que fue aquel cine absurdo y despreocupado :
Y es que Anna Karina bien se merece este homenaje. Bella y talentosa, aunque danesa de nacimiento, se convirtió en "la sirena de la Nouvelle Vague", protagonizó algunas de las películas más emblemáticas del cine gabacho, se chingó a Godard y junto a él deslumbró en dos películas portentosas: "Pierrot Le Fou" Y "Une Femme est une Femme" :
Aaaaaaah , "Pierrot el loco", ese Belmondo y esa Karina, tan molones ellos y tan como la pija de un mono. Una broma mastodóntica acerca de dos bollycaos que pasaban por una Francia provinciana y playera en la que el argumento es un mero pretexto, porque la vida es absurda y una inmensa locura y como tal nos la muestran, por muy cotidiana que esta sea. No me pueden gustar más:
Y para finalizar esta ilustración, que no sé de quien coño es, pero que envidio de manera ruin:
UFFFFFF!!! No sé cómo has hecho que has dado en mi mero centro. Me encanta la estética de la Nouvelle Vague (Sé que tan de repente es amada por todos pero ya sabes que lo mío son los 60) y Anouk Aimée es la francesa de pelo castaño más maravillosa de su tiempo, más porque es tan Mrs Robinson sin haberla interpretado... Ains, y La Novia Vestida de Negro es una de mis pelis favoritas.
ResponderEliminarEn sí, Peter Jensen se me hace medio mamarracha pero se le perdona un poco con estas fotografías.
Un abrazo!!