Gente con clase del mundo, no todo está perdido! Igual que en su día una marca tan maravillosa como Belstaff fue denigrada por hordas de pijos con ínfulas de pudientes y pelos dignos del mejor retrasamiento mental, que hay vida más allá de un caballo bordado en la casa Ralph Lauren o que Barbour ahora vuelve a ser lo más de lo más después de ser la prenda oficial del 20-N, MONCLER resistirá el estigma de ser portado por Jacobos, Pelayos y Josemis con la dignidad que se merece.
Y es que aquel hombre llamado Ramillon que vivía en el pequeño pueblo de Monastier de Clermont y que vislumbró que después de desplumar a los pollos para hacer caldo era una tontería tirar su mullido pelaje pudiendo hacer sacos de dormir y posteriormente abrigos, no se pudo ni imaginar por los derroteros por los que iba a ir su firma.
Ir por el barrio de Salamanca y ver a tus futuribles jefes con su Dockers, sus náuticos de Camper (porque sí, ¿para que cambiar de zapatos después de 20 años, si puedes llevar siempre los mismos?) y su remozada cazadora que ahora lleva la estampa Moncler es una experiencia digna de Donald Sutherland en "La invasión de los ladrones de cuerpos".
Pero hete aquí que aquí me hallo que la casa de los plumis viendo que su prestigio se arrastraba por los suelos de la Calle Serrano se sacó dos ases de la manga: Moncler Gamme Bleu y Moncler Gamme Rouge, dos líneas de ropa exclusivisisisisimas y carisisisisimas que a Dios gracias jamás estarán disponibles en el corner de El Corte Inglés de la Castellana.
Giambattista Valli, ese hombre que no pasará a la historia por osado, ni por innovador y que jamás vestirá a Lady Caga pero que crea prendas hiperfemeninas y ultra favorecedoras para la mujer con clase y dineros fue fichado en su día por la marca para hacerse con la dirección creativa de estas dos líneas, la de mujer (Rouge) y la de hombre (Bleu). Plumis exquisitos más aptos para ir a una entrega de los Nobel que para hacer cola interminable en Navacerrada.
Y si bien el éxito fue abrumador la casa vio que Dios Thom Browne les venía mejor pa lo suyo, así que dieron finiquito al Valli de su linea Bleu y se la ofrecieron al americano de largos pantaloniles dignos de Torrebruno. La cosa no pudo ir mejor:
Y como no sólo de crear vive la empresa y ante todo hay que vender, si metemos a BRUCE WEBER en sus campañas y le damos a todo ello un genuino sabor americano a un estilo a todas luces europeo pues apaga y vámonos:
Ayyy joder, que maravilla todo!:
Algún día, lo sé, algún díaaaaaa! recibiré en mi casa una invitación como esta y lloraré como la mujer que nunca he sido, pero que mis padres desearon que fuese, clamando a Dios que me lleve hasta sus aposentos, pues mi vida ya habrá tocado techo:
Y es que juro que si alguna vez tengo la oportunidad de ver un desfile como estos "in situ", lloraré, vomitaré encima de Mozah bint Nasser Al Missned de la emoción y, al finalizar tal magno espectáculo, me arrodillaré, y en señal de agradecimiento le lameré las pelotas a Mr. Browne que me secará cortésmente las lágrimas mientras llama a seguridad.
De momento me conformo con mi Roc Neige... y que no falte!:
Hola! Es la leche todo lo que esta haciendo Moncler, es alucinante las propuestas de Valli y lo de Browne, pero lo más alucinantes son las presentaciones que organizan para cada colección, cada vez logran sorprenderte y crear un espectáculo nuevo. El único defecto que los comunes mortales solo podemos aspirar a las prendas de Moncler a secas y que en realidad la Rouge y la Blue solo sirven para vender la otra y salir en prensa. Ya nos gustaría ver a la gente por la calle luciendo estas prendas en invierno o en la montaña!
ResponderEliminar