Diseñadores: DE COMO JIL SANDER MANDÓ A TOMAR POR EL GNOQUI A LOS BERTELLI

El otro día el gran ALFRED BESORA twitteaba un "echo de menos el lesbian power de JIL SANDER" y de repente vinieron cientos de imágenes a mi cabeza llenas de ejecutivas ochenteras poniéndose el mundo por montera.

Y es que eso es principalmente lo que es Jil Sander, una marca muy germana y muy minimal que se dio cuenta de como las hembras llegó un punto en el que iban acojonando al macho cabrio medio accediendo a ciertos puestos de poder en grandes empresas durante aquella prodigiosa década

Su fórmula era simple y muy eficaz pero no por ello menos magistral: pantsuits (trajes de chaqueta hiperfemeninos con pantalones) y blusas vaporosas, para que no todo fuese tan varonil, regado de lujosas telas de última generación exquisitamente confeccionadas en negro, blanco, grises, marinos o beige. Normal que haya sido motivo de mil y un motes. Desde Cashemere Queen a Gentle-Jim, pasando por Cool Blonde, Fashion Reductionist, Master of Minimalism o Princess of Less.

Pero hagamos un poco de historia:

La Sander nace en un pueblecito germano de montaña y harta de llevar unas perpetuas trenzas, de ordeñar al ganado mañana tras mañana y de ir vestida de tirolesa para goce de los más ancianos del lugar decide liarse alguna prenda minimal a la cabeza y se va a estudiar Diseño Textil a Krefeld, que debe ser igual de mierdoso que su pueblo natal pero que por lo menos tiene una facultad. Algo así como haber nacido en Gijón y estudiar en Oviedo.

Luego ya se va a Los Angeles como estudiante de intercambio durante dos años y una vez de vuelta se va a hacer las francias trabajando para Thierry Mugler o Sonia Rykiel hasta que un día decide que está hasta la Frankfurt de ver todos los días la horrible cabellera de su jefa y decide crear su propia marca abriendo una tiendecilla en un barrio de mala muerte de Hamburgo. Tenía 24 años la muchacha.

Una década después el éxito le explota en su preciosa cara aria y se alza como una de las grandes diseñadoras de moda de todos los tiempos.

Actualmente hace cosas para Uniqlo y está un poco hasta los ovarios del circo empresarial en el que se ha convertido el mundo de la moda ¿el porqué? Tranquilos, que yo os lo cuento: 

Resulta que en 1999 el Grupo PRADA compra el 75% de la firma (también compra a Helmut Lang, muy Sander y por lo tanto relegada al ostracismo para poder posicionar de la mano de Raf Simons la firma contando con un competidor menos. Una pena y un delito lo que han hecho los Bertelli con la firma del bueno de Helmut). 

Seis meses después Jil manda a tomar por el gnoqui a Patrizio Bertelli y abandona su puesto de mujer florero por no estar de acuerdo con la idea de comprar tejidos más cutrones con los que abaratar costes. Se armó la de Dior es Christian y se llamaron de todo menos Conchita Montenegro en una guerra judicial sin cuartel, hasta que finalmente Jil dijo que prefería tocarse el coño a dos manos con su indemnización millonaria y retirarse de plano para gozar de la vida y dedicarse a sus tres pasiones favoritas: viajar, cuidar jardines e irse de farra a la ópera.

Con su nueva política de abaratamiento PRADA consiguió que, una marca que había sido rentable  durante la crisis de los 90´s, en 2001 arrojase unas pérdidas de casi 10 millones de dólares, hasta llegar a los 30 del año siguiente. Ninguna pena.

En 2003 vuelve a la firma y hace las paces con Bertelli, pero a los seis meses vuelve a abandonar nuevamente por discrepancias, ve que la cosa está perdiendo la esencia, que el maridín de Miuccia no es trigo limpio, que no tiene ni voz ni voto en las decisiones de SU empresa y dice que ya no es que desee que Bertelli se vaya a tomar por el gnoqui sino que directamente le recomienda que antes los hierva para luego metérselos uno a uno por su engreído e italiano culo. Germanos y latinos son como agua y aceite, bien lo sabe Yves.

Desde el 2009 colabora con Uniqlo y, si bien la marca (dentro del low-cost), es de lo más respetable y potable que hay en el mercado, aquí al que escribe estas lineas se le cae el alma a los mejillones de los pies.

Pero siempre nos quedará su ropa, su genio y sobre todo, sobre todo, sus campañas. 

Personalmente me encantan las que hizo en colaboración con el grandérrimo NICK KNIGHT:

OTOÑO 91´

PRIMAVERA 92´

OTOÑO 92´

Hablando de Knight,  no hay un genio más genial y para demostrarlo pongo esta editorial que en su día hicieron ese "dúo dinámico" que conformaban Shalom Harlow y Ambre de Galleta (grandes dúos los de las modelis, desde Jerry e Iman hasta la Bruni y la loca del Mulder) para VOGUE USA. Una maravilla realizada en algodón de azúcar:

Y es que vaya mujeracas que pululaban por la década prodigiosa de los 90. No habrá raza igual, jodidas amazonas de poderosas ubres, piernas musculadas y cara como de come-pingas, que entre que excitaban y te daban ganas de hacerte cacota encima e irte por la patilla

¿Un ejemplo? Pues ya que hemos puesto a parir al grupo PRADA démosles una de cal y otra de arena subiendo esta maravilla de campaña que realizó Meisel para su campaña de la primavera del 92 y que protagonizan tres ejemplares excepcionales: Meghan Douglas, Shana Zadrick y nuestra Helena Barquilla (rogamos desde aquí a la señorita Artiles que omita referirse a si misma como top después de ver a Helenita realizando un campañón de esta índole y no el catálogo del Departamento Textil del SuperDino):

Pero volvamos a las campañas del Jil Sander de Jil Sander:

Desde Malgosia Bela o Angela Lindvall bajo el objetivo de Avedon, a la Van Seenus bajo el de McDean pasando, nuevamente, por una Ambre de Galleta que lo da todo para ese campañón que se marcó Peter Lindbergh en la primavera del 94´:

Como me pilláis de buenas y soy yo mucho de freír a imágenes nada mejor que aprovechar este momento para honrar el trabajo de DENIS PIEL, uno de esos grandes que incomprensiblemente se ha quedado en el camino de la memoria colectiva siendo nombrado solamente en conversaciones pedantes propias de aquellos que se las quieren dar de enteradillos (algo así como un servidor pero sin decir tacos, que quieras que no imprime un carácter más campechano cuando en el fondo soy la misma mierda con diferente nombre).

Reconozco que la culpa de todo la tiene Lillian Gish:

Pues resulta que un día buscando imágenes decentes sobre tan insigne sufridora me encuentro con una foto maravillosa en la que Jeanne Moreau denigra su talento y se muestra humana, servil y admirable admirando a tan admirada anciana.

La foto era de un tal Denis Piel:

Así que me pongo a buscar fotos de este hombre y me encuentro que ha fotografiado de manera magistral a toda aquella que ha mojado mis sábanas blancas durante mi época de pajillero.

Donald Sutherland no, pero vamos, que me llega a pillar con chirla o con la moral distraída y me hubiese valido igual, porque que perversión de hombre. Coño, es que están todas!: Joanna Pacula, Andie McDowell, Amanda Pays, Rachel Ward, Kathleen Turner, Margot Kidder, la Kinski, la Turlington, la Rosellinni o la Carangi, Suzy Amis, Charlotte Rampling y mi dulce Umita.

Que ha realizado editoriales de moda maravillosas para VOGUE:

Que hay una serie de fotografías de la Kinski que no es que sean geniales, es que van más allá:

Que junto a Rosemary McGrotha y Donna Karan perpetró una serie de campañas memorables:

Que despertó en mi los mayores impulsos pederastas:

Y que en general, es un grande al que deberíamos rendir pleitesía como se merece:

Si es que por fotografiar ha fotografiado hasta a Man Ray, que debe ser algo así como nacer león y que te dome Angel Cristo:

Y para finalizar y no por ello menos importante (su posición en este post se debe simplemente a una cuestión de encuadre) volvemos a hablar de Toñín, ese hombre al que ya he mentado anteriormente debido a su talento como ilustrador, su sapiencia y su blog a pesar de una juventud exultante y altamente insultante que ahora va y se nos muestra como un diseñador de prendas, complementos y estampados cojonudísimos. Un nombre a seguir, que como todo lo que haga en el futuro sea igual de bueno, que Yves nos coja confesaos.

La mayor suerte del mundo que le deseo en su nueva andadura... que aprendan muchos de esos a los que subvencionan:

Y esos complementos...

Aunque al llegar a casa me flagele por ver que hay gente tan buena que hacen que las escalas hacia el talento propio bajen un par de grados. "Tira Gianfranca, tiraaaaaaa y cáusame dolor! pues ya no soy la más talentosa de esta mi plantación!" :