miércoles, 14 de diciembre de 2011

Fotógrafos : MIRROR, MIRROR ON THE WALL

Uno siempre ha sido muy fan de los cuentos infantiles, y es que es leer algo de Charles Perrault, Hans Christian Andersen o los Hermanos Grimm y se da cuenta que en dicha narrativa se esconden algunos de los personajes más retorcidos que la literatura haya visto. Seres amargados, oscuros, con taras mentales y ganas de jodienda que el cine se ha dedicado a edulcorar sin ningún tipo de remordimiento.

Atrás quedan esas hermanastras cortándose los dedos de los pies para poder calzar un ansiado zapato de cristal, sirenitas convertidas finalmente en espuma de mar o caperucitas vengativas que llenan al lobo feroz de piedras y lo tiran al río como si de unas capos de La Cosa Nostra se tratasen.

El caso es que este año que ya está al llegar va a ver como tres versiones de una misma historia salen a la luz. Una con la coñazo esa de Crepúsculo y su sempiterna cara de mierda que va como de sindicalista montando un Cristo de la de Yves y en la que Charlize Theron epata con su belleza vestida como una especie de Rabanne Vs. Sarah Burton que de seguro reventará taquillas pero que a mi no me llama en absoluto pues visto el trailer se me antoja que se toma demasiado en serio pero, temerosa de no llenar las salas de adolescentes, se quedará a medio gas y ni de lejos estará a la altura de obras cumbres del oscurantismo cuentil como En compañía de lobos o La Bella y la Bestia (versión Cocteau).

Luego está una versión española, muda y en blanco y negro que no verá ni El Tato pero que nos vendrá de coña para en las reuniones más gafapastiles sacarla a relucir y que contará con música de Alberto Iglesias (solamente por esto ya me tienen) y una Maribel Verdú de madrastrona que no sé si me encanta o me da pavor.

Y por último, la que más me llama la atención una vez visto el avance: Mirror, Mirror. Dirigida por Tarsem, que es ese esteta que hace películas preciosas pero banales y que en su día realizaba unos anuncios maravillosos para marcas como Levi´s o Coca-Cola que ya han pasado a la historia y en la que noto que han tirado por la solución lógica en este tipo de productos mainstream, que no es otra que la de hacer la típica comedieta loca pero que ya por contar con la música de Menken, algo que se parece a unos números de Bollywood y centrarse ante todo en la figura de la madrastra, me llama poderosamente la atención. Principalmente por tres motivos:

1. Porque Lily Collins si que me parece perfecta como La Blanki, con sus labios rojos como la sangre, su pelo negro como la noche y su piel blanca como la nieve (amén de unas cejas pobladas que desde los tiempos de la Taylor no se recordaban. Espero que Jodebú no meta tijera, porque son arte puro):


2. Porque Julita se me marca un tour de force como villana Loca del Mulder que parece que va a molar:


3. Y porque el vestuario pertenece a Eiko Ishioka, que es esa japonoide que nunca volverá a hacer algo tan grande como lo que hizo en su día para el Drácula de Coppola, pero de la que siempre admiro sus idas de olla:


Aún así, nada será lo mismo, pues los cuentos de hadas parece que (y no entiendo el porqué) deben adaptarse a los nuevos tiempos :



Pero es que a mi el mito del espejo y el reflejo a lo Narciso siempre me ha gustado muy mucho:




Y es que ya lo decía Baudelaire: "Hay que ser sublime sin interrupción. El dandy debe vivir y morir ante el espejo", aunque también dicen eso de "La cara es el espejo del alma" y yo he conocido gente con cara de mierda con la que desde un principio sabes a que atenerte y resultan ser maravillosos con el tiempo y, otros (como en mi caso, de ahí que mi señora madre siempre le diga a la gente: "Si, si. Fíate tú del que tiene cara de bueno"), que tienen cara de buenas personas, te confías y luego son unos hijos de putez de agárrate y no te menees.

Da igual!, yo sigo con mi obsesión por los espejos y, ya que hablamos de cuentos, recordaré aquel anónimo japonoide llamado EL ESPEJO DE MATSUYAMA que tanto me leyeron de tierno infante:


Resulta que había un matrimonio de campesinos un tanto acémilas que vivían por y para su retoña. Un día, el padre se tuvo que ir a la capi vete tú a saber a qué y a su regreso trajo un montón de regalos para las dos mujeres de su vida.


Para su mujer, que era burra como un arao, trajo un espejo. La mujer, que nunca había visto uno antes se quedó sorprendida al contemplar a una joven a la que no conocía. El marido se echó a reir y el muy cabrón le preguntó:


- "¿Qué ves?"


- "Veo a una joven hermosa que me mira y mueve los labios como si quisiera hablarme"


Pasaron los años y la madre seguía convencida que tenía a una colegui con la que andar de cháchara todo el día dentro del espejo. Pasaron tantos que su hija creció y se convirtió en una cachonda del quince fiel reflejo de la hermosura de su madre. Pero su madre, temerosa, nunca le enseñó el espejo.


Total, que la madre enferma y palma, que es lo que suele pasar en estos casos, pero antes se coge a la niña y le regala el preciado espejo:


- "Hija mía. Me quedan dos Anas Blancos, pero no entristezcas. Cuando ya no esté podrás verme en este espejo todos los días".


Al morir la madre, la niña miraba el espejo todos los días y veía la cara de su madre tan hermosa y sonriente como antes de la enfermedad. Con ella hablaba y a ella le confiaba sus rolletes con Michuko en un descampado o como Matsuoko la acompañaba a una clínica abortista para poder parar un embarazo no deseado. Lo típico que se le cuenta a una madre, vamos...


Un día su padre la vio delante del espejo hablando con él y, ante su sorpresa, la niña le contestó:


- "Padre siempre miro este espejo y veo a la mama".


Así que el padre, siendo consciente que su hija nunca iba a ser ingeniera de caminos, nunca se atrevió a decirle que lo que contemplaba todos los días era ella misma y que, tal vez por la fuerza del amor, se había convertido en la fiel imagen del hermoso rostro de su madre.


Pa que veáis la de juego que da un mísero espejo:


¿Y a qué venía todo este rollo? Ahhh, si! Todo era mera excusa para poder hablar acerca del artífice de las fotografías promocionales de Mirror, Mirror, que no es otro que el gran MATTHEW ROLSTON, conocido sobre todo por ser el artífice de algunos de los videoclips más espectaculares de gente como Madonna, Bowie, Marilyn Manson, Garbage o Lenny Kravitz, pero que también tiene una faceta como fotógrafo de moda y retratista más que reconocida.

Me encanta su estilo, en especial cuando se pone en plan rollo años 30, y sobre todo lo que me encanta es que rara vez no conseguía de las estrellonas poses y actitudes hasta entonces nunca vistas.

Los 80´s fueron suyos y frente a su cámara posaron ídolos de barro que por aquel entonces cortaban el bacalao y de los ahora apenas nadie se acuerda: Don Johnson, Lisa Bonet, Lea Thompson, Molly Ringwald, Kelly LeBrook o Bernardette Petters.

En la actualidad sigue trabajando, y mucho, para revistas como Rolling Stone, e incluso a veces, las menos, enseña su cabecita por la Vanity Fair. Pero sus editoriales actuales no sirven ni para dar por el Ohio. Y es que no es lo mismo fotografiar a La Pfeiffer, La Rosellini o a Barishnikov que a Avril Lavigne, Hillary Duff, Zac Effron o los tontos de los coJones Brothers.

- "Ayyy, espejito, espejito mágico, dime tú que todo sabes. ¿Volverá el bueno de Matthew a recuperar el talento perdido?. " Solamente el tiempo tiene la respuesta:


5 comentarios:

  1. Flipnado con el cuento del espejo... y las fotos del blanco que era negro ni las recordaba.

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  2. Ayyy!! Como me gustan tus lecciones mañaneras!!

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  3. Me has hecho buscar qué fue de María Pascual, ilustradora de todos los Grimm y Andersen que recuerdo y parece ser que falleció justo ayer (Wikipedia), pero no encuentro ninguna noticia...

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  4. Además, visto el trailer, uno diría que Eiko Ishioka, siempre grande, ha ido a fijarse en la Santa Casilda de Zurbarán para diseñar alguno de los vestidos de Lily Collins (auque no me refiero al de la foto)...
    Me encanta este post. Yo también siempre fui un seguidor aférrimo de Perrault, Andersen y los Grimm.

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