Ilustradores: OH, ES ÉL!

Este hombre que tú ves aquí, que parece tan galante, tan atento y arrogante junto a dos pitusas hablando acerca de lo humano y de lo divino y con pintas de ser un integrante de la banda de Carlos Mejía Godoy a punto de cantar Son tus perjúmenes mujer no es otro que ANTONIO LÓPEZ. O Antonio a secas, que era como se le conocía en el barrio:

Aunque yo lo he visto siempre que me lo trae bastante fresco y más que cantando los perjúmenes me lo imagino delante del espejo emulando a Olivia Newton-John mientras se marca un playback de Physical, pa que nos vamos a engañar:

El caso es que ANTONIO LÓPEZ (no confundir con ese pintor español al que el esquivo Erice dedicó una peli en la que se dedicaba a pintar durante dos horas y a través de los años un puto árbol del membrillo y a ti se te quedaba cara de idem o realiza cuadros de la Gran Vía estupendos y de baños infectos llenos de mierda que tal parece que se ha metido por la noche en casa a retratar el mío) es un puto genio. Pero genio, genio, no de esos que hacen una mierda y cuatro tontos dicen uy, que genial!. No no, genio de los de verdad, de los que están por encima de subjetividades.

Ilustrador mayestático, da miedo pensar a lo que hubiese podido llegar de no haber fallecido a la edad de 44 años por culpa del SIDA, pero bueno, ahí nos queda su más que abundante obra y sus trabajos para Harper´s Bazaar, VOGUE, Interview, The New York Times o Elle.

Nacido en Puerto Rico pero criado en Nueva York, Antonio pronto empezó a entender que eso rayajos que hacía todo el santo día le podían dar de comer y sus padres, que eran ellos muy sensibles para esto de la cosa artística, decidieron que el niño debía estudiar en la Escuela de Arte y Diseño de la Gran Manzana.

Y allí que conoce a Juan Ramos. Su pareja hasta el fin de sus días.

En 1969 se van juntos a París, pues Karla les llama para colaborar con él, y es allí donde descubren a una primeriza texana hermosamente jamelgona de nombre Jerry Hall. La verdad es que si Dios no les hubiese llamado por el mundo del boceteo bien podrían haberse dedicado a ser cazatalentos, porque aparte de a la Hall, descubrieron a Jessica Lange, Grace Jones o Tina Chow. Casi ná.

Como fotógrafo también tuvo su momento, aunque a mi la verdad no me parece nada del otro mundo, pues no dejan de ser Instamatics de sus colegas en noches de farra haciendo el gamba. Que vale, sus colegas eran las ya mencionadas más Pat Cleveland, Paloma Picasso, Margaux Hemingway o Grace Coddington y como somos unos jodidos románticos de los mitos añejos nos encantan, pero las cosas como son, no dejan de ser como mis fotos de borrachera, lo que pasa es que en vez de supermodelis y actrizacas que con solo levantar el dedo corazón ante una cámara ya son lo más en las mías sale una gorda que es reponedora del Día o el que te mete los congelados en una bolsa aparte cuando vas al Carrefour y quieres que te lo manden a casa. Y como que no es lo mismo...

Sea como fuere no dejan de tener su interés:

Pero vayamos a lo que realmente me fascina de este hombre, que no es otra cosa que su faceta de ilustrador. 

La culpa de todo la tiene mi madre, que en vez de vestirme como una puta veía que su retoño ya a tierna infancia se decantaba por hacer garabatos y cambiaba sus VHS de Los Pitufos por alguna revista de moda de la época en las que abundaban las ilustraciones tanto en editoriales como en publicidades (que pena que se haya perdido todo eso) y claro, una madre es una madre y a Gargamel lo encontré en la calle así que un día me vino con un libro mastodóntico y precioso (que madre más cojonuda tengo, de verdad os lo digo) que guardo como oro en paño y que para mi alegría cada año que pasa vale más y más en Ebay. El libro no era otro que una versión de Las 1001 noches ilustrado primorosamente por Antonio.

Y yo flipé, y ahí descubrí que las morapias podían ser unas perras en celo con ganas de mambo a la caza y captura del mango de su majarajah o que había hombres que tenían el cuello más ancho que los hombros. Y claro, me enamoré de su estilo tan ochentero y colorista, excesivo en los ropajes, las proporciones y los ademanes que tal parecía que en vez de estar viendo a Alí Babá y los 40 ladrones estabas viendo una carroza del Supermartxé durante el Día del Orgullo Gay o a una panda de musculocas que acaban de ciclarse en el Holigay Gym.

En resumidas cuentas, maravilla que bien merece compartirse:

Después de esto me pico y me quedo con ganas de más. Es entonces, cuando investigando, me topo con la obra de este buen señor y veo como no existe otro igual a la hora de ilustrar unos zapatos:

Que su dominio de la anatomía humana estaba por encima del bien y del mal:

Que si quería volverse japonoide no le costaba ningún esfuerzo:

Que si ya es de por si jodido ilustrar pieles él se lo pasaba por el forro e iba un paso más allá... el astracán! (cosa más jodida de ilustrar no puede haber, os lo aseguro):

Se creía clásico cuando le venía en gana:

Emulaba a Egon Schiele sin esfuerzo aparente:

Y con cuatro rayajos te hacía unos retratos de Diana Vreeland o Imán que quitaban el sentido:

Y claro, uno quiere llorar...

Normal que el mundo de la moda se fijase en él y firmas aparentemente tan opuestas a su estilo como eran Missoni le llamasen para lo suyo (esta campaña en la que sin perder su estilo tal parece un moderno Leyendecker me recontraflipa):

Gianni también reclamo sus servicios. Lógico, pues el hombre Antonio y el hombre Versace comparten hechuras, paquetón y extraña virilidad:

Pero mi colaboración preferida es esta que se marcó con Valentino y que es de una calidad técnica, un gusto, una perfección en los detalles traperiles, una fluidez de movimientos y un sentido de la estética que no son de este mundo:

Por mucho que Mi Yves del alma mía se me enfurruñe por preferir el trabajo realizado para la mandarina Clementina que el que hizo para él en esos tiempos en que estaba obsesionado con África y sus tetas piramidales:

Si es que hasta un rancio (en el mejor de los sentidos, pues admiro su trabajo con absoluta devoción) como Oscar de la Rata tuvo que requerir sus servicios!:

Pero es que el que el que vale, vale:

Así que nada, este es mi humilde homenaje a tan magno artista, uno de esos post que si no tenéis un ordenador decente (ahhh, se me joden!) se os petará por culpa de la acumulación de imágenes en buena resolución, pero que sin duda es de los que a mi me gustaría encontrar si buscase Antonio López en Google.

Y no te preocupes René, por mucho que haya adulado al portorriqueño tu seguirás estando en mi cima particular de gente a la que venerar hasta el paroxismo, porque madre de Dios bendito!, cada vez que encuentro nuevas ilustraciones tuyas es que te juro que se me cae el lagrimón y me embarga la felicidad:

Me encanta descubrir que los grandes, como el resto de los mortales, hay veces que se levantan perros y sin ganas de trabajar, tiran de archivo y se hacen un popurrí . Todos lo hemos hecho...:

Hala, os dejo que voy a ver si me aseo un poco:

Y me afeito (no se puede ser más guapa que Virna Lisi, aquí por Carl Fischer para la emblemática portada de Esquire perpetrada por George Lois, ese publicista que inspiró al Don Draper de Mad Men) :

Que se me ha quedado la cara extrañamente poblada (Mi Christy por Arthur Elgort demuestra que está por encima de bigotes, Por cierto, el otro día vi unas imágenes de la premiere de la nueva peli de su maridín y mientras Mr. Burns cada vez está más rosa y con más pinta de guiri que veranea en Nerja, ella sigue exactamente igual que cuando nos la mostró Meisel por primera vez. Vamos a tener que empezar a hacer yoga, que parece que funciona, aunque seguramente a ella le funcione más que al resto por hacerlo con su cirujano al lado, pero bueno, pa qué nos vamos a engañar... sigue cañón!):

Y no me veía yo tan feo desde que llevaba brackets:

Pero no os preocupéis, es pasarme un agua y me quedo estupendo (no tanto como La Bergen en esta foto de Avedon, pero casi):

Que soy yo muy de pasar de oruga a mariposilla en cero coma... (Leslley Ann Warren, que el Señor te ubique en el sitio que te mereces y Hollywood no supo/quiso darte):

Vamos, que me quedo de portada de Interviú!:

Y tú, Antonio, descánsame en paz que te lo has ganao!:

A MAMARLA!