Tres excelentes fotógrafos que soñaron con ser monarcas:
PATRICK LICHFIELD
Porque la Familia Real Inglesa es mucho, porque han donado al mundo a Barbara Cartland, la Duquesa de Pork o aquella cuyo nombre ahora no recuerdo pero que tuvo que ser ingresada por quemaduras de Tercer Grado al meterse en una bañera hirviendo cocidísima de ginebra y no darse cuenta hasta la media hora de estar dentro. Porque no sabríamos los mil y un usos de un tampax que Carlitos le enumeró a Camella Parker en aquella famosa llamada de teléfono, por las cogorzas que se pilla Henry, por el mariconeo crónico que arrastra Andrew y sobre todo por PATRICK LICHFIELD, la Familia Real Inglesa debería ser considerada desde ya Patrimonio Universal de la Humanidad.
No es justo que unos pocos los disfruten.
Patrick Lichfield es nieto de la Reina Madre y primo carnal de Elizabeth y además por ser , ha sido un magnífico fotógrafo que ha dejado para la posteridad a Mick y Bianca recién casados, unas editoriales con Britt Ekland que quitan el sentido, el comienzo del fin de Lady Di, a Saint Laurent creyéndose por unos momentos un maromazo del quince y a la maravillosa Maggie Smith ejerciendo de idem.
HOWELL CONANT
El fotógrafo de cabecera de Gracia de Mónaco (que siempre me ha gustado más que Grace Kelly), a la que siguió durante todos los estados de su vida: desde aquella niña de papá que cansada de vivir entre algodones decidió que quería ser actriz, follarse a todo lo que se movía, beber whisky y mear colonia (esto dicho por su grandísima amiga Ava Gardner, que debían ser las dos cojonutis) a aquella señora estupenda que no dudó en convertirse en regente de un país de pandereta y especulación inmobiliaria.
También me descubrió que la Hepburn buena (no por calidad, sino por temperamento) tenía los ojos azules, que una escalera podía dar una editorial acojonante para LIFE o que Judy Halliday y Marilyn Monroe eran colegas además de compartir cardado y Farmatint.
Otro que se metió en la Familia Real Inglesa a base de desposorio y jincamientos con la Princesa Margarita, que es esa señora eclipsada por sus hermanas, la una por ser reina de Inglaterra (Isabelita) y la otra (Ana, de la que me declaro su más fiel admirador) por tener cara de equino, beber como una cosaca y llevar el mismo look desde el SXIV.
Putero, borracho, fotógrafo de los buenos y un enorme seductor. Lord Snowdon trabajó codo con codo con la gran Grace Coddington cuando esta no tenía que rendir pleitesía a la Malvada Bruja de Wintour. Juntos hicieron cosas geniales para VOGUE, y la verdad es que es una pena que internet olvide tan rápido porque las fotografías que pongo a continuación (las únicas decentes que he podido encontrar) no hacen justicia a su enorme talento.
Magnífico post, maravillosas fotos... Sólo una cosa: la princesa Ana es hija de Isabel y sobrina de Margarita. Podrían pasar por hermanas al compartir las tres el look british-rancio, y dado el total desprecio de la menor hacia cualquier tratamieto de belleza, pero no lo son.
ResponderEliminarJOder! Tu blog tendrían que imprimirlo para poder consultarlo a gusto en casa. Me han encantado estos últimos post sobre fotógrafos!! Maravillosos!
ResponderEliminar