Bien sabe Dios que soy yo más de pijama y orinal que de salir de eventos, sobre todo entre semana, pero ayer estuve en la fiesta de la galería que tienen Norman Foster y Elena Ochoa en Madrid (no perderse su tienda-librería. Un paraíso de libracos enormes y carísimos que dudo pueda tener algún día, de esos que solamente hojeas un par de veces en tu vida pero que colocas estratégicamente en la mesa del salón para cuando vengan tus colegass a cenar lo vean y digan: "Guauuuu! Este tío tiene clase!") con motivo de la exposición que dedican a las mejores fotos de "Vanity Fair".
Aquello me recordó a cuando vas en el autobús, ves que está hasta arriba y cual es tu sorpresa cuando después de empujar a una jauría de marus entradas en años descubres que en la parte de atrás no hay ni Zeus. Esto igual pero en fisno, los camareros estaban a la entrada y la gente, que se mata por un trozo de jamón mal cortao y una copa de vino perronero, tenían a primera vista tomada la sala.
Una vez que agredes a tres Fefas, pisas a dos Pitusas, te topas con Borja Thyssen y Chacha Cuesta o con el mismísimo matrimonio Foster y le pegas un codazo a alguna mariquita con ínfulas de artista, te encuentras con una sala vacía en la que disfrutar de unas fotos maravillosas, ver in situ como era el formato de la revista en los años 20 y gozar como una perraca de una proyección en la que te muestran algunos de los "making off" más célebres de Annie Leibovitz (el dedicado a esa foto antológica en la que George Clooney emula a Fritz Lang rodeado de húmedas bellezas es pa mear y no echar gota).
Total, que me quedo perplejo ante una foto mayestática, una foto que siempre me ha encantado, pero en la ignorancia de internet siempre se atribuye a Horst P. Horst, Man Ray, Hoynigen-Huene y si me apuras a "Valentina (dulce y fina como una mandarina) y los Chiripitifláuticos".
Pero algo me decía que esa foto no era de ninguno de estos genios.
Y allí estábamos mi chepa y yo, delante de la foto que tantos quebraderos de cabeza me había dado intentando descubrir quién cojona era su autor. Una foto de una composición exquisita en la que Joan Crawford y Douglas Fairbanks Jr. se encuentran espalda con espalda en una playa, como relajados y aislados del mundanal ruido. Joan hasta parece un ser mentalmente equilibrado.
Me acerco y por fin veo el nombre de su autor: NICKOLAS MURAY.
Secadas las lágrimas causadas por la emoción me apunto el nombre en la mano ante el escándalo general y ya en casa me pongo a buscar algo de este buen hombre para constatar que , aparte de pasarse el día sacando fotos en plan coñazo en casa de la Kahlo y el Rivera, domina el color (me recuerda a mi adorada MADAME YEVONDE) , el B/N, la composición y sobre todo tiene ese toque hortera que tanto me gusta:
Solamente por esta manera de presentar unos zapatos ya merece un post:
Ah!, y la foto de los coglionni no es otra que esta:
La foto de Fairbanks y Joan Crawford es un pasada, te imaginas la luz que debía haber aunque sea en blanco y negro lo refleja muy bien.
ResponderEliminarNi Naty Abascal ni nada, nadie combinaba colores como Frida Khalo ;)
La foto de Joan Crawford esta genial..., me encanta la facha de mujer ideal y perfecta, me da mucho morbo toda la mierda que hay detrás, seguro estaba pensando (donde esta esa hija de perra, cuando mami dice bañador a rayas, es bañador a rayas)
ResponderEliminarTe recomiendo que busques en google una pintura de James Rosenquist, un anuncio de Joahn con el texto incompleto, my favorito del POP. Puede tener un poco de relación con las fotos de Murray, yo veo sus fotos, como de postales o calendarios sin autor. lástima por el Máster.
Oye y mi comentario era verdad eh? un poco que soy bastante pelota para que entren en mi blog, si. pero que tengo criterio, y aunque sea un completo amateur es verdad que el texto intimida; pringado no me siento, pretencioso si, pero hay antídoto.
Tonio no seas idiota, esa foto de Joan es con su esposo Fairbanks, AÑOS antes de que adoptara a la malagradecida de la Christina.
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