Pijadas: MEIN KAMPF

Bueno pues ya han empezado las votaciones en TALENTHOUSE y esto es lo que presento, así que a darle al enlace todo el mundo y a votarme (es muy fácil, no hay que registrarse ni nada sino que arriba a la derecha pone "VOTAR CON FACEBOOK" o "VOTAR CON TWITTER", le dais un click y me hacéis el hombre más feliz del mundo):

La otra opción a presentar al concurso era esta, pero como parece que gustaba más la otra, mi Kylie putiplista ha pasado a mejor vida:

¿PORQUÉ ME MEREZCO QUE ME VOTÉIS? (voy a dar pena que si le ha funcionado a Belén Esteban, no veo porque no va a hacer lo mismo conmigo). Os voy a contar las peripecias de mis últimos cuatro años. Esta es mi historia...

Cuando era enano me pasaba el día dibujando insectos, yo no sé si es que quería ser entomólogo o que cojona pero el caso es que tenía la casa llena de cucarachas, moscas, gusanos... tenía a mi madre encantada:

Y de pronto me dió por dibujar mujeres con ropas extrañas que yo mismo me inventaba:

Llegaron los 18 y la terrible decisión de a que dedicar tu vida. Con 18 años uno no sabe si quiere ser puta o astronauta pero aquí el que escribe lo tenía claro y entona cual Conchita Velasco hirsuta de secano el consabido: "Mamaaaaaa, quiero ser diseñador de moda!".

A mi paciente y santa madre se le queda el higo como una pasa, con un hijo mariconchi y el otro que le venía con ínfulas de costurera se veía sin nietos para los restos. Debo confesar que sus dudas tenían cierta base, ya que si bien el muerdealmohadas es mi hermano, el título oficial a marica de la familia siempre se lo ha llevado el menda lerenda: que si mamá déjame el HOLA! especial Alta Costura, que si mamá vete que estoy viendo la Fashion TV... "mamáaaaa cómprame la VOGUE anda que creo que viene un reportaje de Montana cojonudo". Un drama vamos.

Así que mamá no queriendo darlo todo por perdido y para ver si se me pasaba la tontuna me espetó un: "Anda niño, estudia algo serio y con futuro y luego cuando acabes yo te dejo estudiar lo que te dé la real gana". Estudié Publicidad.

Publicidad tiene de serio y futurible lo mismo que ser suplente tercera de starlette en el Molino Rojo de Barcelona, así que después de acabar la carrera, probar el mundillo y ver que no era lo mío, me metí a comercial de muebles por todo Castilla-León (sin carnet de conducir y recorriéndome una media diaria de 400 kms en autobús. Con dos cojones, orejas, rabo y salida por la puerta grande de la Maestranza!).

Y así estuve seis años.Parecía el trabajo perfecto; trabajaba cuando quería, ganaba mucho dinero, los clientes me adoraban y era bueno en lo que hacía. Salía de copas, cenaba en sitios molones, viajaba, todos los meses me compraba cantidades ingentes de ropa y rara era la vez que después de pisar la Fnac no saliese con una docena de dvd´s y varios libracos de fotografía... era como una especie de Paris Hilton pero sin rata de compañía ni paso por la trena.

Pero mi trabajo parece que no debía de ser tan estupendo y al cumplir los 30 entré en crisis:

"Mamá, tenemos que hablar!"

Recuerdo que mi madre se vino a Madrid desde Asturias cual pedo volador y quedamos en el Sant Celoni para comer, que estas cosas mejor hacerlas con clase y en un ambiente selecto para que a mi progenitora no le entren unas ganas locas de calzarme una hostia y ponerme mirando pa Tegucigalpa, ahí le expliqué que yo no quería seguir vendiendo muebles y que lo que me molaba era el costureo, que había descubierto una escuela que prometía ser buena pero que era carisísima y exigían asistencia obligatoria así que necesitaba su apoyo por si llegaba el momento de dejar de trabajar, empezaban a escasear los dineros y necesitaba de su ayuda pesetil.

"Adelante!" (me dijo ella) "todo sea por que dejes de tocar los cojones con el temita de marras".

Así el IED entró en mi vida. Y con él, el 1er CURSO:

Primero la verdad es que es un paseo de rosas apto para cualquier lerdo, pero como uno seguía trabajando apenas tenía tiempo para nada. Recuerdo días de ir a clase por la mañana, correr a Auto-Res bocata en mano para llegar a Salamanca antes de las cinco para vender a algún cliente con el que había quedado, convencer a el último de la tarde para hacer el pedido a puerta cerrada después del horario comercial, coger el bus de las doce hacia Madrid, dormir durante el trayecto, llegar a la capi a las 3 de la mañana y ponerme de madrugada en mi salón  a hacer algún trabajo que me habían mandado para el día siguiente. Me quedó un tipín estupendo.

Y llegó Estrella, una profe/persona cojonuda a la que le debía hacer algo decente, así que presenté un proyecto basado en geishas y tatuajes de yakuzas del que quedé muy contento:

Con el tiempo y con la mano ya más suelta de tanto dibujar, retomé el proyecto y traté de mejorarlo:

Proyecto de fin de curso, una mierda de tal calibre que no quise ni ver el momento en el que se expuso de la vergüenza (suele pasar en primero, uno quiere ser el más guay y el más original del mundo y al final te sale una bazofia digna de Disfraces Mati):

 

2º CURSO. La cosa se pone seria.

Un montón de clases, un montón de trabajo, ausencias en el mismo, clientes que protestan, jefes que llaman para trasladarme dichas quejas, la hucha se empieza a vaciar y yo me encuentro llamando a mi madre de madrugada a lágrima viva por culpa de un ataque de ansiedad.

  

Pero descubrí la estampación y, aunque era el más lerdo de la clase por culpa del puto Fotochof, me lo pasaba pipa imaginando estampados que me retrotraían a mi más tierna infancia:

Apareció Gonzalo, el profe/persona cojonudo del año que me pidió hombres floreados. Y me esmeré:

Llegan los proyectos. Uno en el que curré como un cerdo para al final realizar un vestido asqueroso supuestamente basado en Belle de Jour:

Y otro que no pude entregar porque los dineros empezaban a brillar por su ausencia, había que guardar para pagar tercero y no tenía pasta suficiente para mandar hacer cinco trajes sastre basados en el cine negro americano:

Llega 3º y la crisis del ladrillo toca techo. No se vendía un cagarro, y ya casi ni trabajaba, con lo cual dinero generado más bien poquito. Empiezan las miserias, el buscar en la despensa a ver qué se puede cocinar con qué, los insomnios... una mierda!.

Pero yo me lo sigo pasando como teta de novicia y descubro el placer de dibujar por dibujar sin que nadie te lo ordene:

Decubro cierto regusto por los años 50:

Y llega el momento de presentar la tesis...

Como siempre me han dicho en la escuela que mi estilo era muy Disney y que debería cambiar cuando yo no veía nada malo en ello, decido rebelarme y presentar esto:

Me lo mandan a tomar por el culo, así que decido vengarme y me invento una historia de raíces falsas en la que mi abuelo (ganadero) se convierte en pescador y mi abuela (ama de casa) en pescadera. El jurado llora y se quedan encantados.

El gran Falkwyn de Goyeneche me hace unas fotos preciosas y yo las mancillo dándole un toque a lo Bruja Novata que pienso que solamente me van a gustar a mi. ¿No queríais un proyecto NO-DISNEY? TOMA DOS TAZAS!

Contra todo pronóstico las fotos encantan. Y por primera vez en tres años me siento valorado y que tanto esfuerzo ha merecido la pena.

Y en esas andamos, Paul Smith se ha convertido en H&M, ya no salgo tanto como quisiera, la Fnac ha sido suplantada por PelisYonkis, he vuelto a comprar en el Día y me encuentro luchando por llegar a algo:

Acabo la carrera y me encuentro como puta en Cuaresma así que decido a escribir a La Casita de Wendy mendigando un trabajo. Me acogen en su seno y les hago un estampado basado en Jane Austen del cual estoy muy orgulloso. En estos momentos ya voy por si segunda colaboración con ellos:

Steve Mono reclama mis servicios, me saca de los nervios con su perfeccionismo y a toro pasado y después de 1000 litros de Coca-Cola con cafeína veo el resultado y le doy las gracias por la caña que me da:

MOSCHINO me dice que haga un estampado y yo me lo empiezo a creer. Llegan Kling, Moisés Nieto, VELUX, Alfred Besora... :

Empiezo a hacer estampados más complejos:

Y me hago con un portfolio diferente, maximalista, recargado y excesivo del que me siento más que orgulloso:

Así que hala, todo el mundo a votar que esto es como comprar tarjetas a los de UNICEF! :  TALENTHOUSE