Aquí este señor tan maravilloso en lo suyo vio como su madre era gravemente herida durante el ataque de Estados Unidos a Hiroshima debido a una bomba infernal a la edad de seis años.
Una plañidera, hubiese andando vagando toda su santa vida soltando improperios acerca de los yankees, yendo al Diario de Patriuoko a cagarse en el Tío Sam y ya, en el ocaso de su vida, se hubiese acercado a Tokio Disney con la intención de armar la de Columbine y cortar la cabeza de Mickey Mouse como el que corta la cabeza de Alfredo García... pero mi Isi no.
Isi, como todo ser inteligente que se precie, es pragmático y a cualquier situación le da la vuelta para su propio beneficio, así que decidió que mejor que hacerse kamikaze lo propio era aprovechar la ocupación americana que sucedió después del ataque como una oportunidad única de acercarse y mamar de esa cultura occidental que desconocía y tanto le seducía.
Occidentalizado para la causa decidió que quería ser diseñata de traperío y se nos fue a Tokio a estudiar Moda para una vez graduado irse a París a ver que se cocía en la tierra del queso, el vino y el Crazy Horse y de paso ampliar sus estudios. Dos años después trabajaba codo con codo con Guy Laroche y después migra a Givenchy. Que un hombre como ISSEY MIYAKE se entienda a la perfección con Hubert de Givenchy viene a ser como que Paloma Gómez Borrero se vaya de putas con Charlie Sheen, pero dice mucho de como en la moda estilos a primera vista tan dispares en el fondo no lo son tanto.
Harto de estar de estar en un país en el que la gente pronuncia la "r" como si tuviesen metida en la boca la verga de Rocco Siffredi decide que Nueva York le espera, donde trabaja durante un año con el gran Geoffrey Beene.
En 1970 regresa a Tokio lleno de dólares y francos franceses y abre su propio estudio, estudio en el que estar parado es un lujo, que se basa en la ley de la prueba y el error (yo debo ser un poco Miyake, aunque después de tantos errores a ver si llega de una puta vez el acierto) y que es comparado con La Bauhaus, debido a su alto grado de experimentación.
De ahí salen los primeros bustiers de plástico o sus famosos vestidos de hule (como se nota que no se pasó por esta España nuestra), jerséis de poliéster de majestuosa caída que envolvían al cuerpo como una segunda piel y técnicas japonesas del año de la polka a las que una vez dadas un giro, crean tejidos más livianos y naturales.
Normal que sea considerado más arquitecto que diseñata y que el mundo del deporte se haya fijado en él, pues su proceso creativo es muy simple en su complejidad y siempre tiene como leitmotiv la comodidad:
Isi ama los tejidos, por lo tanto nada más recibirlos lo primero que hace es estudiar su inclinación natural. La silueta que estos dibujen en su caída y las sensaciones que provoquen en la piel serán decisivas para su destino final, esto unido a una depurada técnica desarrollada con los años, hace que Isi haya desterrado el uso de botones, costuras o cualquier cosa que el considere ajena a la esencia de la prenda.
Y claro, le salen cosas como el Pleats Please, que es su equivalente en comodidad al jean americano pero en vesión japo. Es decir, vestidos plisados en poliéster que una vez puestos tal te crees que andas de gallumbeo. El A-POC (a piece of cloth) en la que crea traperío a través de una sola pieza de tela, o el HaaT, creado por Makiko Minagawa, directora textil de la marca, y que se basa en coger diferentes técnicas ancestrales de bordado y tintura repartidas por todo el mundo y aplicárselas al mundo Miyake, es como su Haute Couture pero sin polisones de por medio.
Por supuesto están los perfumes, con los que se ha forrado, ya que además de oler maravillosamente bien, una vez acabados, se pueden usar de consolador (modelo judío circuncidado). Y no sé vosotros, pero a mi me parece que no están los tiempos como para andar despilfarrando...
Pero a mi lo que me gusta son sus colaboraciones con Irving Penn, quien ha entendido a la perfección la obsesión por las estructuras y los volúmenes de Isi y nos ha regalado imágenes impresionantes que no saben de artificio y que simplemente necesitan de una modeli con la elasticidad de Nadia Comaneci y un fondo blanco (el "Regards" de Penn lo guardo en mi casa bajo siete llaves. Una obra de arte de principio a fin):
Luego está gente como FRANCIS GIACOBETTI que imita, lo intenta y llega, pero como que una vez visto que se ha hecho antes igual de bien o mejor, le otorga el mérito de la copia:
Y por supuesto esas grandes editoriales que ha protagonizado en toda revista de postín que se precie. Tú le pones a la modeli un plisado de los de Miyake, y ya tienes media foto hecha. Albert Watson, Sarah Moon, Dominique Isserman, Deborah Turbeville, Jean Baptiste Mondino, Walter Chin, Nick Knight o Jean Paul Goude, lo saben (si fuese tía o un hombre algo más sensible, juro que felaría hasta la boquera a Alan Rickman. Que perturbación de hombre):
FELIZ NAVIDAD MR. MIYAKE, que diría el inefable Nagisha Oshima (y feliz Navidad para ti también, Christy, por tantos buenos momentos que me has proporcionado en la soledad de mi habitación en esos momentos en que los míos se iban a trabajar...) :
Muchas gracias por todo Isi, más gente como tú, y el mundo seguirá andando.
La pareja Penn-Miyake está en mi top ten de parejas. Yo a este libro lo quiero como a un hijo!
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