Modelis : LOS 80 SON NUESTROS!

Vivimos en unos tiempos de asepsia estética en la que todo es un refrito de épocas pasadas. 

Los años 80 son la última década en la que realmente se impuso una estética definida y por lo tanto deben ser venerados y respetados por mucho que a alguno le parezcan horrorosos. Hombreras, pelos cardados, joyones, pielacas, maquillajes geométricos y exagerados, lujo, lujo exagerado, lujo que dejaba claro quien podía permitirse el lujo, obsesión por aparentar, por mostrar al mundo tu status y sobre todo por dárselas de triunfador. 

Gordon Gecko será nuestro mayor modelo a imitar:

El mundo se dividía en dos: la CIA y la Inteligencia Soviética. Tiempos de espías, de Guerra Fría, de amenaza nuclear y de Perestroika. De criarse viendo los Spitting Image o de mirar como mala cara a todo aquel que no hubiese visto Los Goonies más de 20 veces.

Nacen para el mundo La Ciccone, Nintendo, Bon Jovi, Don Johnson o Erika Eleniak, y el World Trade Center era el núcleo principal del mundo capitalista:

Reagan dominaba el mundo antes que los chinos trabajasen como tales y desbaratasen todo el mercado internacional y presenta las Reaganomics, unas medidas económicas de libre mercado que sentarán las bases del mercado neoliberal de los años venideros:

Y John Rambo era Dios:

Cojona! es que talmente parecía que nada iba a poder causar una caída de los dioses en toda regla:

Hasta que hace unos años Lehman Brothers se fue al garete, y por ende, el resto de nosotros nos fuimos a tomar por el culo en una especie de efecto dominó que no tiene visos de parar:

Pero esa es otra historia... dejémonos de seriedades y vayamos a lo que realmente importa en este blog. La chuminada y la trivialidad.

Y es que dentro de lo malo, los años 80´s fueron años felices y tan locos que hasta un sieso como Armani se nos despelotó ante el objetivo de Bob Krieger:

Calvin Klein todavía no conocía aquello del menos es más (campaña cojonudísima realizada por Irving Penn):

Y la VOGUE nos mostraba editoriales tan impresionantes como esta en la que Helmut Newton nos llevaba a la Riviera francesa y nos mostraba esa vida de excesos, que solamente unos pocos se pueden permitir, entre pezones burda y ridículamente cercenados y barriguitas de modeli que no borraba de un plumazo el Fotochof:

Newton estaba tan en la cima de su carrera que Karla, que luego querría monopolizar la Maison Chanel de tal modo que hasta realizaría todas sus campañas de publicidad en exclusiva hasta el día de hoy, delega en él algunas de las campañas del primer lustro de la década.

La sofisticación de Coco y el puterío de Newton pudieran parecer a primera vista como aceite y agua, pero nada más lejos de la realidad. Señora en la mesa y puta en la cama siempre ha sido una verdad empírica de esas que nadie en su sano juicio se atrevería a rebatir, de ahí el magnifico resultado de esta unión:

Y luego estaban esas campañas de Dior que jamás han sido superadas, por mucho que el marica de las SS. sea un genio.

Hasta en sus momentos empresariales más raquíticos, la firma del jardinero introvertido sacaba lo mejor de si y nos presentaba a Mrs. Segal rodeada de viejunos con estilo, artistas chotunos y galanes con pinta de paletos que amaban a los armadillos (¿?).

Siempre me han gustado estas publicidades de los ochenta en las que se dejaban la seriedad y los formalismos en casa y nos vendían una especie de felicidad cercana a la catarsis:

Y ya no hablemos de las modelis. Inalcanzablemente hermosas y con cara de displicencia nos miraban desde la atalaya que le conferían esos tacones de aguja imposibles y nosotros soñábamos con ser integrantes de Duran Duran para poder follarnos a Renee Simonsen, Carol Alt, Kim Alexis, Joan Severance, Andie McDowell, Kelly LeBrock, Janice Dickinson, Paulina Porizkova, Christine Brinckley, nuestra Violeta Sánchez o una tierna Brooke Shields:

Iman y Jerry seguían por ahí:

Pero entonces llegaron ellas...

Y todo por culpa de Christy:

Sus cuento (a toda leche y de manera atropellada, que es como a mi me gusta):

En los años 80 las actrices querían ser eso, actrices, y pasaban de glamures fatuos. 

Ellas soñaban con ser Meryl Streep o Glenda Jackson y no enseñar cacha a lo Mae West. El glamour en Jodebú había desaparecido así que había que buscarlo por otro lado y darnos al populacho la posibilidad de soñar con una vida llena de lujos y oropeles.

Vale que ya existían modelos como la Berenson, la Hutton, Twiggy o la Shrimpton (además de las mencionadas al principio de este post) que habían conseguido cierta celebridad, pero más allá de los círculos urbanitas, poco se sabía de ellas o de sus vidas. Necesitábamos nuevas Marilyns que fuesen reconocibles hasta en el puebleciglio más recóndito de Somalia.

Así que en 1986 el todopoderoso Steven Meisel junto al peluquero Oribe Canals y el maquillador Francois Nars, escogieron a una jovencita californiana de la que nada se sabía y decidieron hacerla protagonista absoluta de una editorial de moda realizada para el VOGUE británico. Nacía Christy Turlington.

Pasados unos días Meisel le dijo a la niñata esta que le iba a presentar a otras dos yogurinas para ver si hacían buenas migas...y vaya que si las hicieron! Una canadiense de nombre Linda Evangelista y una inglesita que había cambiado el rosa por el chocolate llamada Naomi Campbell se unieron a la primera e hicieron un triunvirato que me río yo del Vaticano, del Imperio Romano y del caballo que un día decidió incular Calígula.

Juntas conformaban un equipo y Meisel era su líder, pero tres son multitud y cinco son ya la rehostia, así que al cabo de los años (tres, para ser exactos, allá por el 89) dos nuevas incorporaciones se integraron en el esta especie de dream team chuminil: Tajtana Patitz y Cindy Crawford.

En enero del 90 Peter Lindbergh las fotografía a todas para la portada (nuevamente) del VOGUE británico y aquella fotografía llama la atención de un George Michael rompe-listas que por aquel entonces todavía no había descubierto los placeres de felar a la Benemérita en algún aseo público.

Nace Freedom 90´, un videoclip que nos puso a todos pinochos y nos dejó con ganas de saber más acerca de estas mega-cachondas. Incluido Gianni Versace...

Versace convirtió en leit motiv de su desfile de primavera al temazo de George y, mandando a tomar por el Ohio a la Patitz, puso a las otras cuatro a desfilar cogiditas de la mano y cantando como posesas en riguroso playback.

Ese día nacieron las top.

Luego, una vez ventilada la Patitz, la reemplazaron por la Schiffer a la que siguió una horda de mujeronas: Stephanie Seymour. Karen Mulder, Helena Christensen, Kylie Bax,  KirstenMcMenamy, Carla Bruni, Yasmeen Ghauri, Amber Valleta, Nadja Auermann, Shalom Harlow, Carolyn Murphy... 

Más tarde el "heroin chic" y la Moss, pero ya nada sería igual.

Actualmente Meisel sigue teniendo sus protegidas (Karen Elson, Stella Tennant, Natasha Poly, la Deynn, la Pivarova o la Zimmerman) pero, aunque muchas de ellas ya llevan más de una década en lo más alto, ya no son personajas, pues pasados los tiempos de Versace y ganada la batalla por el estilo PRADA ya no se necesitaban mujeres imponentes acorde a la exuberancia estética de los 80´s y principios de los 90´s sino que al terminar el siglo la ropa se había simplificado mucho y nadie quería perchas que eclipsasen a las prendas.

Pero ahí están, resurgiendo cada cierto tiempo y dejándonos a todos atónitos ante el virtuosismo de sus cirujanos:

Y eso que hubo un tiempo en el que convivieron con las generaciones anteriores:

Pero ya se encargaron ellas de relegarlas al más humillante de los ostracismos y acaparar en menos que canta Nana Mouskouri todas las portadas del mundo mundial:

Y claro, se quedaron locas del Mulder:

Y ya que al principio pusimos ese despelote de Giorgio en el que nos enseñaba el discobolón, acabamos con un poco de la obra de BOB KRIEGER, que se merece todo el respeto del mundo por su buen hacer y su capacidad para fotografiar al quién es quién de la moda italiana. BRAVO POR EL!: