sábado, 29 de septiembre de 2012

Iconos: LOS CISNES DE TRUMAN.

© Richard Avedon.

Ayyy Truman etéreo de las mil caras, ente poliédrico. Especie de ser diminuto, extravagante, snob... a veces clásico, otras moderno. Torturado, irreal, siempre profundo y eternamente banal, ternura disfrazada de lengua incisiva pero, ante todo, grandísimo escritor. Como te echo de menos.

Genio tocador de arpas de hierba sin otras voces que las de los inocentes , que sepas que siempre me ha fascinado tu leyenda. Alguien que tiene los santos cojones de ir al Show de Johnny Carson y afirmar que Jack Kerouac era un mecanógrafo sin que le tiemble su compulsivo pulso se merece, por lo menos, el mayor de mis respetos.

Truman fue uno de los grandes maricones de la literatura americana del S. XX, seguramente el más grande junto  a Gore Vidal y Tennessee Williams  con los que conformaría una especie de Triunvirato del ponme mirando pa Oklahoma que nunca ha vuelto a repetirse.

Pero Truman era su abanderado, el más marica de todos. Nadie quería vestir como Gore Vidal, guapo. gris y aburrido, muy rollo "soy un escritor que te cagas", no, no, no, todo el mundo quería vestir como el feo Capote, ese que impuso los mocasines de Gucci, las bolsas de viaje, el sombrero, las gafas de sol precursoras de las RayBan y las largas bufandas de colores sin importar la estación.

No podemos olvidar lo obsesionado que estaba el angelico con el éxito social, una obsesión que le viene ya desde el seno materno pues fue su madre la que luchó por dejar de ser pobre y reinar en la alta sociedad neoyorkina pasándose por el chete el ser escoria sureña. Esa que se suicidó cuando se vio atrapada en el techo de una sociedad que tanto había ansiado.

Truman fue un poco más allá y creó la mujer a su antojo, una pléyade de deidades de cuellos infinitos a los que apodó como sus cisnes y que compartían varios rasgos en común: ricas, educadas, elegantes y hermosas.

Truman fue mitad Pygmalion, mitad Marcel Proust, pero uno ve esta foto y entonces se pregunta muchas cosas:

"Tóma enano, cógeme los Tampax y sonríe que ya están aquí los de LIFE!"

¿Quién lleva la voz cantante en una relación como esta? ¿El narrador  superlativo que actúa como agente activo de la historia o la rica adinerada que parece ser el sujeto pasivo de la misma?

Yo aun no lo tengo tan claro.

Todos sabemos que no hay mujer más aburrida en el mundo que una mujer aburrida e inmensamente rica. Ni mujer más aburrida, ni mujer más mariliendres. De pronto estas mujeres se encuentran con una marica brillante del tamaño de su Kelly que les ameniza las tardes con historias reales o ficticias (¿qué más dará?), de enorme prestigio literario, que las entretiene a cambio de ser confidente de los jugosos chismes de alta sociedad y que encima no las ve como seres mononeuronales encerradas en un mundo de pistas en Gstaad y playas en Palm Beach sino que las venera y las mira con enorme adoración desde su faceta esteta.

Y es que para Truman ser el amigo, el forjador, la mente y la conciencia de todas estas mujeres era su obra más compleja. No eran de ficción pero el día a día de todas ellas era bigger than life, aparte de no obviar el hecho que vivían, dormían y, por ende, compartían secretos, con los seres más poderosos del planeta. Una generación femenina que, lejos de las tonterías feministas de quien las tacha de meros floreros al servicio de su señor, revisa y mejora a infinidad de mujeres sean estas reinas, plebeyas o pertenecientes a una clase media que deseaba superar su mediocridad.

Hombre de mujeres del que me fascina que se hiciese amigo de dos machos cabríos como John Huston y Bogart, con los que compartía borracheras y noches de póquer y del que el mismísimo Humphrey llegó a decir que una vez que lo conocías le acababas queriendo, seguramente adorando y solamente deseabas una cosa: metértelo en el bolsillo y llevártelo contigo a todas partes.

Pero vayamos con sus cisnes.

BABE PAYLEY 

Tal maravilloso elenco estaba encabezado por BABE PAYLEY, la mujer más rica y elegante de su generación. Casada en segundas nupcias con William S. Payley lo cual es mucha nupcia, pues William era el creador, dueño y señor de la todopoderosa CBS.

Como buena forrada puso sus miras laborales, si es que estas existieron, en el mundo de la moda, hecho que la convirtió en editora de moda del VOGUE América durante unos cuantos años. Aparecía una fotografía suya con el pañuelo anudado en el bolso y este abandonaba los cuellos de las mujeres de medio mundo, decidía que pasaba de tintes y prefería llevar su melena cana y todo el mundo occidental se inundaba de gris. Lo que viene a ser un icono de estilo, vamos.

Imitada hasta el hastío, la prensa especializaba se volvía loca con ella, aparecía año tras años y durante casi dos décadas como la mujer más elegante del mundo, tenía la piel perfecta y luminosa, los ojos negros como los pelos de mi pinga y un cuerpo que era la envidia de toda señora de Arkansas que no entendía mientras devoraba su apple pie que pudiesen existir seres tan volátiles.

Ella y William organizaban unos fiestones de irse por la patilla llenos de imaginación, lujo y elegancia ya fuese en su mansión de New Hampshire o en el casoplón de Long Island, donde ejércitos de jardineros, decoradores y paisajistas trabajan juntos para conseguir un único objetivo: acojonar al que llegaba de fuera.

Sin embargo era comedida y discreta, que es como debe ser la mujer elegante, sin detalles estridentes o llamativos lo cual hacía difícil imitarla, pues no se percibía el porqué ella si y tu no. Y es que como decía Bill Blass: "Nunca he visto en Babe algo en particular que se te quedase grabado a fuego, ni su pelo, ni su maquillaje, ni su ropa, ni siquiera sus complementos. Nunca te percatabas en lo que llevaba porque nada llamaba poderosamente tu atención, simplemente captabas a Babe" y es que de una persona elegante nunca recordarás nada en concreto, solamente su aspecto.

Sus últimos años perdieron parte de fuelle por culpa de un tormentoso divorcio que ansiaba por dejarla como una bruja derrochadora pero ella siguió manteniendo su genio hasta el final. Fumaba dos cajetillas diarias y fue diagnosticada de cáncer así que Babe, con dos ovarios y un Harry Winston, planeó su propio funeral y eligió personalmente todas y cada una de las comidas que se iban a servir, todas y cada una de las canciones que iban a sonar, todas y cada una de las selecciones de vino que se iban a pimplar y todos y cada uno de los efectos personales que se iban a entregar. Huelga decir que todos y cada uno de lo que acudieron a su última gran fiesta coincidieron en afirmar que había sido la mejor de ese año. Amor, amor:

© Richard Avedon.
© Richard Avedon.
© Richard Avedon.
© Louise Dahl-Wolfe.
"Esta foto me la hizo Concha Velasco en la Seminci"
"Me cago yo en las modernas. Mírame con mi chupaza y mi pantalonaco"
© Horst P. Horst.
"Madre mía que ganas de echar un pis"
© John Rawlings.
"Hombre, guapa guapa, tampoco"
© Kenneth Paul Block.
© Kenneth Paul Block.

Mírala aquí luciendo cuerpini con su colegui Gloria Guinness. Dios las cría y Truman y su dietista las junta:

"Ya sabemos que no es ecológico tirarlo al mar pero dejadnos vomitar tranquilas!"

Y es que GLORIA GUINNESS es el segundo y fascinante cisne de la historia:

GLORIA GUINNESS

Mexicana hija de costurera, de pelo zahíno y gruesas cejas que reinaba en la alta sociedad estadounidense. Que una mexa de clase poco pudiente acabe siendo reina en Nueva York cuando la mayoría de sus compatriotas por aquel entonces limpiaban las habitaciones de El Plaza, no debía ser cosa fácil. Pero ella (como buena mexa) tenía los cojones del tamaño del caballo de Espartero y podía con todo.

Tal es así que cuenta la leyenda que una vez uno de sus doscientos maridos le echó la peta porque estaba tardando demasiado en vestirse y habían quedado para cenar:

- "Ayyy mira cariñín no me toques el chete que es que no tengo nada que ponerme. Por más que miro el armario de Balenciagas o el de los Halstons no encuentro una puta mierda!. Voy a ver el de los Puccis...ayyy no, tampoco! Te juro que estoy por ir al Pimkie de Madison a ver si encuentro algo porque estoy que me falta la vida!".

-  "No me toques mis potentados cojones. Tienes cinco minutos!".

- "Ok..."

Dicho y hecho, en cinco minutos Gloria estaba radiante y se fueron a tan elegante cena. Al llegar a la casa de los anfitriones Gloria se quitó el visonazo y ¿qué es lo que pasó? Pues sí, lo que estáis pensando todos. Gloria estaba medio en pelotas:

- "Te dije que no tenía nada que ponerme!".

- "No puedo contigo Glorina...".

- "Ayyyy no mames güey y sírveme un algo que el roce de mis tetas con el visón me da sed! Rapidito gringo de mierdaaaa!"

- "Me tratas fatal..."

Leyendas...

Casas por todo el mundo, vecina esporádica de los Rotschild en la zona de Lausanne, mansionaca en Acapulco cuando Acapulco era Acapulco, casoplón de siete pisos en el centro de París, criadero de caballos en Normandía, dos mansiones en Palm Beach conectadas por un túnel subterráneo que se ubicaba debajo de un lago que separaba ambas viviendas, un piso en la Torres Waldorf, un barquito y sabe Yves cuantas minucias más, conformaban su patrimonio.

Mi día a día, pero con tetas y melenaza cuidada por Vidal Sasson.

Murió de un ataque al corazón en su villa suiza (si hijos sí, también tenía su zulillo en Suiza) pero los mentideros más crueles (y divertidos) dicen que todo fue causado por la inanición, pues Gloria, como buena mujer elegante, estaba aterrorizada con engordar y debía comer una quisquilla diaria...y eso los días en los que estaba relajada. Da igual! Maravilla desequilibrada y con trastornos alimenticios, pero maravilla al fin y al cabo!:

"Cuellos, cuellos que es lo que les jode!"
© William Klein.

Y como de casta le viene a la galga, su hija DOLORES no podía ser menos, una especie de Suzy Parker de modales exquisitos, belleza extrema y lengua viperina. El descaro y la osadía del latineo es lo que tiene, que escandaliza y divierte a los sajones que no es ni medio normal:

© Richard Avedon.
© Richard Avedon.
© Richard Avedon.
© Horst P. Horst.

Actualmente hay otras Guinness que intentan perpetuar esa noble estirpe de "mujeres Guinness legendarias", pero nada que ver por mucho que se vistan de Lady Gaga, y eso que no dudo en reconocer que una muerte por sobredosis mientras algún hermoso putito pagado en farlopa la está inculando o algo de ese palo, que de seguro tiene cabida en su existencia, le haría ganar muchos puntos:

Daphne Guinness cual ñu, Lachapelle tragando agua y dos tetas enormes que sé que
son unas maquilladoras muy importantes que ahora mismo no recuerdo el nombre

Incluso volver a sus orígenes la haría grande:

Daphne Guinness, una especie de Sienna Miller que no hacía presagiar en lo que
se iba a convertir.

SLIM KEITH

Después de este paréntesis desplumamos al tercer cisne,  "SLIM" KEITH, otro bellezón de buena familia que, de haber estas existido, dejaba las tarjetas de crédito temblando cada vez que entraba a unos grandes almacenes. 

Amiga desde la adolescencia de Marion Davis y William Randolph Hearst, fue cortejada por follardines de la época como Clark Gable o Ernest Hemingway para finalmente llevarse el cisne al agua el gran Howard Hawks, legendario Macho Alfa de Jodebú y uno de los más grandes directores de toda la historia del cine, sino el más.

Y fue con Hawks con quién vivió sus momentos de gloria y donde, seguramente, fue más feliz y se sintió más realizada, ya que ella era musa y artífice de muchos de los personajes femeninos que este sacaba en sus películas. Sin ir más lejos fue ella quien se fijó en Lauren Bacall cuando esta era una modeli del Harper´s Bazaar y convenció a su maridín que le hiciese una prueba para el papel protagonista de Tener y no tener (el personaje de Lauren se llamaba Slim y era un calco de ella misma). El resto ya es historia...

Tal fue su impacto en el mundo de la moda que fue galardonada con el Neiman Marcus Fashion Award, premio que hasta aquel entonces solamente se le otorgaba a grandes diseñadores.

Como buena forrada se casó unas cuantas veces más y con el último pardillo consiguió el estatus de Lady. Algo que debía ser muy chachi pero que sirvió para que se encabronara con Truman, al igual que el resto de Los Cisnes, pues se vio reflejada en el personaje de la desencantada, cotilla y cínica Lady Ina Coolbirth en la novela Plegarias atendidas.

Capote le pidió un millón de veces que le perdonase pero ella, tan rubia como orgullosa, paso de su cada vez menos diminuto culo y jamás le volvió a hablar:

© Louise Dahl-Wolfe.
© Louise Dahl-Wolfe.
John Wayne y Angie Dickinson oyendo la palabra de Dios.

C. Z. GUEST

Y en esto que llegamos a C. Z. GUEST (en realidad se llamaba Lucy pero su hermano la llamaba Sissy lo cual acabó transformándose en un onomatopéyico C. Z.), la pija renacentista del grupo, pues C. Z. fue actriz de teatro, autora teatral, columnista, modelo, diseñadora de moda y socialité, gracias sobre todo a las creaciones que lucía, noche sí, noche también de ese gran y desconocido (por olvidado) genio que fue Mainbocher.

Su vida fue la hostia, maridó con un sobrino de Winston Churchill, el padrino de su boda fue Hemingway, los Duques de Windsor hicieron lo propio con uno de sus retoños y su selecto círculo de amigos estaba integrado por mindundis como Cecil Beaton, Diana Vreeland, el Sultán de Jaipur, Barbara Hutton y, como no, Capote y sus cisnes, de los que formó parte importante.

Era como la Kate Moss del momento y fue fotografiada por todo aquel que tenía algo que decir en el hermoso mundo de la fotografía del traperío de la época gracias a un perfil puntiagudo y una elegancia innata. También fue retratada por artistillas como Diego Rivera, Salvador Dalí, Kenneth Paul Block o Andy Warhol.

Lo más guay de su biografía es que allá por el año 85 lanzó una pequeña colección realizada íntegramente en cashmere que fue introducida asimismo y a modo de colaboración en la colección que esa misma temporada realizó Adolfo Domínguez. Un cisne y Adolfito unidos, yo es que lo flipo con eso de los Grados de Separación

Solamente por este dato ya no importa que haya muerto a edad avanzada y de forma natural y no de modo estrambótico como pertenece a la mayoría de las de su estirpe:

© Cecil Beaton.
© Irving Penn.
© Roger Prigent.
© Milton Greene.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Cecil Beaton.

Y es aquí donde damos por finalizado el grupo de Los Cisnes primigenios, el original, aquel que asentó las bases para nuevos patitos de generaciones venideras y que a día de hoy siguen sirviendo de inspiración a millones de editoriales como esta de Mikael Jansson con Jacquetta Wheeler más Babe que nunca emulando las poses de esta en las fotografías de Slim Aarons:

© Mikael Jansson.
© Mikael Jansson.
© Mikael Jansson.

Aunque en el grupo también residía un ser extraño, una cosa alargada mitad Pitita Ridruejo, mitad travelo que a mi personalmente me fascina y que no suele salir en el elenco principal por residir en Europa y por ello no ser integrante habitual de los venenosos comadreos que se traían todos estos pero que cuando desembarcaba en Nueva York corría como una loca para enterarse de las últimas novedades acerca de que baronesa había sido pillada jincándose a su mayordomo o como el codiciado hijo de alguna estirada residente en Los Hamptons, apuntaba maneras de sodomita. 

MARELLA AGNELLI

Marella era princesa, Princesa Caracciolo di Castagneto para ser más exactos, pero pasó a ser Agnelli por obra y gracia de la vicaría, una de esas familias italianas rollo Corleone pero con el aparcamiento lleno de Cinquecentos.

Estudió en París, fue asistente de mi dios Erwin Blumenfeld en su estudio de Nueva York, editora ocasional en VOGUE, creadora de una línea textil de gran éxito para Abraham-Zumsteg por la que ganó el Roscoe (el Oscar de la moda por aquel entonces), modeli de Avedon, admirada jardinera y una coleccionista de arte que tiene en su poder joyas de Matisse, Picasso, Renoir o Canaletto.

Y claro, es cuando uno lee estas cosas que se pregunta qué cojones ha hecho con su vida Tamara Falcó y porque no ha aprovechado al cien por cien sus posibilidades (vaaaaaale, sus hostiazos en coche contra todo establecimiento que posea la Cadena Vips en Madrid, que su personaje histórico favorito sea Robin Hood o su perpetuo estado de felicidad-innopia que te embriaga, le hacen subir enteros... pero no es lo mismo!)

Fue la más joven de Los Cisnes originales  y Capote se refería a ella como La Cisne Europea Number One.

 Katharine Graham, editora y otra de las grandes amigas de Truman se refería a ella de este modo: "si en un escaparate de Tiffany´s estuviesen Babe y Marella, Marella sería la joya más cara". Todo dicho:

© Richard Avedon.
© Richard Avedon.
© Arturo Ghergo.
© Arturo Ghergo.
© Arturo Ghergo.
© Richard Avedon.
© Henry Clarke.
© Slim Aarons.

Y. cómo no, de tan regia vulva, nació aun más regia retoña. ANTONELLA:

© Richard Avedon.
© Richard Avedon.

Es aquí cuando, como si de La Patrulla X se trataran, nos encontramos con Pijas que fascinan: La Nueva Generación:

GLORIA VANDERBILT

Heredera de una fortuna acojonante cuando ni siquiera alcanzaba los dos años de edad por palmamiento parterno se casó sin haber alcanzado la mayoría de edad con Pasquale DiCicco, un famoso playboy estrechamente relacionado con La Mafia.

Luego vendrían el famoso director de orquesta Leopold Stokowski (ese que dirigía la batuta al lado de Mickey Mouse en Fantasía), el no menos famoso Sidney Lumet (director de peliculones como Tarde de Perros, Network, Doce hombres sin piedad, Asesinato en el Orient Express o Veredicto Final), el escritor Wyatt Emory Cooper (integrante del legendario Círculo vicioso de Dorothy Parker) y, al enviudar este, una relación rollo folla-amigos con el legendario fotógrafo Gordon Parks hasta la muerte de este, que ya sabemos todos que una pudienta se vuelve loca del Mulder con una pinga morena. Vamos, que a la niña de papá le gustaba más un artistazo que a Marina Danko diseñar una joya horrorosa para Galería del Coleccionista

Con un currículum sentimental así, a ver quien es la lista que no se convierte en celebridad.

Como los ricos también lloran uno de sus hijos se tiró por la ventana de un piso 14 a la edad de 23 años. Bien es sabido que tragedia y dineros forjan las mejores leyendas. Otro de sus hijos es un famoso periodista de la CNN, Anderson Cooper, conocido también por ser uno de los más legendarios follardines del Upper East Side.

Si a esto añadimos que fue una empresaria textil de éxito y que lanzó los primeros vaqueros de firma mucho antes ni siquiera que Calvin Klein chupase vergas, pues apaga y vámonos:

© Richard Avedon.
© Richard Avedon.
© Anton Bruehl.
"Si desincrusto las monedas de la mesa igual me da pa un Dyc-Cola"
© Richard Avedon.
"Iba yo de enfermerilla y me cogiste de la manoooo!"
"Si me saco una teta ahora estos flipan"
"Ya que voy sencilla mejor te pongo una pose rebuscada. ¿No?"
"Yo con cuatro circonitas ya tiro..,"
© Irving Penn.
Con su maridín mafioso de farra.
© David Seidner.

Por cierto que buscando fotos bonitas de Gloria me encuentro con una campaña de su firma de vaqueros emorrrrme en la que Kate, Daria y Gisele homenajean a la Sonia Martínez de Perras Callejeras que me tiene hablando solo:

Zorrupias, vaqueros y cintas de sandalia.
Gisele con el culo en pompa.

LEE RADZIWILL

La última gran confidente de Capote. La hermana bala perdida y guapa de Jackie Kennedy (porque sí, Jacqueline muy estilosa y muy todo, pero Yves no la llamó por el camino de la belleza) que iba de bohemia y se creyó por un tiempo escritora, fotógrafa y hasta actriz.

Pero la bohemia está muy bien para los ratos libres que, a la hora de maridar, un perroflauta proporciona menos placeres que un pudiente. 

Un nieto bastardo de Jorge V, un príncipe polaco, un matrimonio cancelado cinco minutos antes de iniciarse la ceremonia (supongo que al ver la cuenta corriente del contrayente) y un matrimonio fugaz con el exquisito Herbert Ross (al que conoció trabajando ambos para Giorgio Armani), dan fe que el boho está bien para dárselas de interesantona, pero para poco más.

Sea como fuere, era maravillosa:

© Henry Clarke.
© David Bailey.
© David Bailey.
© David Bailey.
© David Bailey.
© Henry Clarke

Muy maravillosa:

Pasa luciendo su real majestad. Pasa, camina , los mira sin verlos janássssss!

Como maravillosas eran sus amistades:

Lee, Mick y Bianca © Peter Beard.

Y ya que le hemos nombrado, vamos a hablar un poco de SLIM AARONS , fotógrafo que ha retratado a toda la gentuza maravillosa aquí nombrada restregándonos al resto de los mortales sus ostentosos modos de vida.

Y es que si tienes la suerte de tener un nombre como Slims Aarons solamente te quedan dos opciones en la vida:

1. Hacerte chapero, transformista o algo en lo que poder aprovechar tan fantástico nombre.

2. Fotografiar multimillonarios y monarcas. Monarcas de los de cetro y corona, pero también de los de petróleo, alfombra roja o Pulitzer.

Slim retrató a la flor y nata de los años 50´s, 60´s y 70´s en tiernos veranos de lujurias y azoteas, desde los Duques de Windsor a Dolores del Río, de Peggy Guggemheim a las herederas de Eugene O´Neill o Linda Christian (sí, la madre de Romina y  azote de Albano. Una de esas mujeres fascinantes a las que sigues desde toda tu vida y que es tan guay que ni te preguntas como alguien puede haber pasado de compartir cama y follamientos con Tyrone Power a compartir discusiones y platós con Lydia Lozano y Kiko Hernández sin apenas habérsele movido un pelo de tan lacado peinado ).

Rotschilds, Vanderbilts, Rockefellers, Agnellis o Von Fustenbergs son retratados pegándose la vida padre y dedicándose al dolce fare niente en torno a piscinas y Sex on the Beach.

Y mientra, uno rememora su infancia de piscina Toi en la que trataba de emular, con resultados más bien mediocres, al Burt Lancaster de El Nadador.

Que vida esta, señor. Que vida esta!:

© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.

© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.
© Slim Aarons.

Me pregunto que pensaría de toda esta alta alcurnia la sencillota de HARPER LEE. Seguramente la única mujer que realmente quiso a Truman:

HARPER LEE © Truman Capote.



AHORA QUE ME VENGA ALGUIEN DICIENDO CON SUS SANTAS PELOTAS QUE ALEXA CHUNGA U OLIVIA MEDUERMO MOLAN... POCA VERGOÑA!